A pesar de su indiferencia, de su fría inapetencia, de su muy impávido desgano, a pesar de todo aquel cargamento helado, le hice el amor. ¡Nunca respondió a mis caricias! ¡Ni un solitario suspiro! Ni siquiera un quejido. A mí me dolió un poco; a ella debió dolerle algo, mejor dicho, bastante. Pero nada me detuvo, le hice el amor. Aún me arde el miembro. Imagino que a ella también, pero no estoy seguro; jamás me dio una señal de sufrimiento. Me parece que mi ardimiento se debe a una deficiencia en la lubricación vaginal. Un problema de ella, por supuesto. Supongo que eso siempre le ocurre a las mujeres cuando les deja de latir el corazón.
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(c) 2007, David Robinson
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7 comentarios:
brrrr... definitivamente de lo más provocador que he leído.
Saludos
Provocador no es la palabra exacta. Además el "minitexto" tiene demasiadas.
indiferencia, inapetencia... suspiro, quejido... desgano, helado... ¿acaso una experiencia que intenta lubricarse de cuento y a la cual no le deja de arder la prosa poética?
Hola: David el Goliant de Panamá. Eso es necrofilia en grado poético. Un abrazo fraternal. Chente.
Amigo Ljur14, provocador, sí, puede ser provocador, al anónimo, eso de "muchas palabras" es relativo... Gloria Melania, concuerdo con vos!
Vicente, acertada tu mención a una "necrofilia poética" ...
O fe sólo un parón del "cuore"?
Saludos a David, a JLRP y a todos
Y KE HACES PARA YA NO SENTIR MAS ESE ARDIMIENTO??
no le vi lo literario a este texto...real.. si por supuesto no hay duda.... pero no vi arte solo una experiencia de sexo sin amor con una vulgar descripción de genitales lastimados....
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