Los siete países de Mesoamérica y Chile están de fiesta este fin de semana: los seis países hermanos de Centroamérica, por la independencia celebrada el 15; mi querido México (donde aprendí a hablar, a leer, a recordar), por el Grito de Dolores festejado el 16; y ese gran país que es Chile por la Fiesta Patria que conmemoran el 18. Septiembre es un mes de alegías para casi 150 millones de hispanoamericanos de ocho países emparentados, una tercera parte de los que hablamos español en América y Europa.
Fiesta doble para miniTEXTOS, que además llega a la publicación de 100 autores contemporáneos, cuentistas, poetas, ensayistas y dramaturgos de habla hispana que han pasado por estos 20 números, y que provienen de cada uno de esos países, entre otros. Número grande de artistas que han sido muy gentiles al facilitarnos su obra, al compartirla con todos.
Para celebrar estas efemérides no se me ocurre más que recordar a un poeta americano extraordinario que vivió en el siglo XV: Nezahualcóytl, monarca o tlatoani de Texcoco, en lo que hoy es México.
No acabarán mis flores,
no cesarán mis cantos.
Yo cantor los elevo,
se reparten, se esparcen.
Aún cuando las flores
se marchitan y amarillecen,
serán llevadas allá,
al interior de la casa
del ave de plumas de oro.
Nacido en 1402, los 70 años que vivió los dedico al conocimiento, a la a la cultura, al arte. Edificó palacios, jardines botánicos y zoológicos, promulgó leyes muy sabias, protegió los árboles, dirigió la construcción de calzadas e importantes diques y albercas para conducir el agua, introdujo el riego a su nación, plantó flores, propagó especies animales, participó en decenas de batallas (en las que nunca fue vencido ni herido), fue gestor de importantes alianzas políticas, tuvo decenas de hijos, fue protector de sabios y filósofos que se reunián en sus palacios para propagar la cultura y, sobretodo, escribió hermosos poemas. Y es por ello que hoy dedico este número especial de aniversarios y números sorprendentes a este poeta precolombino, uno de los pocos cuya obra ha sobrevivido hasta hoy.
Yo Nezahualcóyotl lo pregunto:
¿Acaso de veras se vive con raíz en la tierra?
No para siempre en la tierra:
sólo un poco aquí.
Aunque sea de jade se quiebra,
aunque sea de oro se rompe,
aunque sea plumaje de quetzal se desgarra.
No para siempre en la tierra:
sólo un poco aquí.
Y no sólo ha sobrevivido. El poeta trató temas eternos, lo que le da actualidad a su trabajo: la fugacidad de todo, la muerte de la que es imposible escapar, el más allá, la obra que dejamos, la flor y el canto, el humano y el espíritu.
¿Con qué he de irme?
¿Nada dejaré en pos de mi sobre la tierra?
¿Cómo he de actuar mi corazón?
¿Acaso en vano venimos a vivir,
a brotar sobre la tierra?
Dejemos al menos flores.
Dejemos al menos cantos.
En fin, estas breves líneas son apenas una introducción a la hermosa poesía de Nezahualcóytl que es difícil creer que tiene ya casi seiscientos años.
Por fin lo comprende mi corazón:
escucho un canto,
contemplo una flor:
¡Ojalá no se marchiten!
Y junto a él, presento hoy a cinco autores, los que completan los 100 en miniTEXTOS: Rey Barría, Samuel Bassán Mishaan, Carlos Calero, Marta Leonor González y Víctor Paz. Sin otros comentarios, los dejo con un trabajo excelente que, estoy seguro, disfrutarán.
JLRP, editor.
3 comentarios:
Muy lindo, muy profundo.
Felicidades en esta edición nº 20, para todos quienes estamos próximos a celebrar nuestras fiestas patrias.
Nuestros días en Chile son el 17 y 18, días no en que celebramos la Independencia sino la Primera Junta de Gobierno.
Saludos cordiales, Pablo.
felicidades. que sigan los mini textos !
Muchas felicidades!!
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