La fiesta del viernes por la noche terminó como siempre. Los amigos se fueron bamboleando y ellos apagaron las luces.
El cubito de hielo, aún flotando en un dedo de ron, le dijo a la colilla de cigarrillo:
—¿Te diste cuenta? Toda la noche hablando de lo mismo. Todos los viernes repitiendo las mismas tonterías. Siempre los mismos chistes malos.
Y ella, sin comentarios, aburrida hasta el filtro, le dijo:
—¿Qué te parece si vamos a dar una vuelta, nos divertimos un poco y salvamos el resto de la noche?
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© 2008, Manuel Orestes Nieto
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7 comentarios:
Buenisimo! Ya me imagino al cubito de hielo y la colilla salvando la noche :) excelente pagina, desde que la conocí (hace como dos semanas) espero todos los viernes para leer estos microtextos. Yo tengo un experimento obviamente no tan desarrollado pero si quieren dar una vuelta por alli estan bienvenidos: www.alavueltadelahoja.blogspot.com
Excelente pagina
muy bien Ariel.
celebro este nuevo ciberespacio!
¡Muy bueno! El tema es más profundo de lo que parece y la manera de abordarlo es muy simpática. Tiene esa ironía fina que nos despunta una sonrisa.
Angélica.
Bien crítico ese cubito de hielo... espero que se haya derretido hasta los huesos.
Saludos para ti JLRP, desde este Chile angosto y volcánico por estos días. Para mi desgracia, el trabajo se vuelve tan absorvente que mis mañanas de día viernes ya no pueden tener el sabor a miniTEXTOS que tenían antes.
En fin... lento pero seguro, leeré cada relato que me he perdido.
De hecho, esta muy chevere.
Me encantó!
jajajajaja bueno
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