Un pecador sintió que el demonio lo asía de los cabellos y lo arrastraba por los aires, hacia la tormenta, sobre parajes inhóspitos y calcinados. Como no logró resistir aquel pavor, despertó de su pesadilla, y al despertar vio que más bien era él quien tiraba al diablo de los cabellos y le daba de golpes y latigazos.
El demonio mismo, sin embargo, no quiso despertar del sueño masoquista y siguió soñando que un pecador lo humillaba en la vigilia.
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© 2007, Rafael Ángel Herra.
Tomado del libro "El soñador del penúltimo sueño" (Ed. Universidad de Costa Rica, San José, 1983).
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3 comentarios:
¡Qué bueno! Humano, espiritual. Irónico y profundo.
Luigi.
Antes pensaba que escribir un comentario era un acto inquisitorial; la critica, pensaba, siempre se equivoca. Lo sigo creyendo, pero ahora después de caminar algunos pasos creo que puede decirse e incluso escribir un simple y llano: "me gustó".
ZM
Mmmm... Muy buen enfoque y resolución!
Un placer RAFAEL!
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