Literatura en miniatura: el arte de lo súbito y lo preciso.
8.6.07
AÑO CERO - Fabricio Estrada
Recuerdo el día en que comencé a creer: a mi alrededor no existía nadie y en la distancia, en medio de un campo sembrado de amapolas, Dios y El Diablo se divertían danzando.
3 comentarios:
bien por ese día fabricio.
jairo.
a partir de allí...
Y se siguen divirtiendo.
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